Lejos de los improviados vídeos de porno casero que podemos encontrar en infinidad de webs de contenido para adultos, existen cientos de compañías centradas en rodar cuidadas superproducciones eróticas capaces de saciar los deseos sexuales más profundos de los espectadores. La película Pleasure, de la directora sueca Ninja Thyberg, indaga justo en este universo mostrando a al gran público cómo funciona una de las industrias más poderosas del mundo: la de la pornografía.

Hoy por hoy, nadie puede discutir que la plataforma de streaming Netflix haya logrado cambiar las reglas a la hora de consumir televisión, cine o simplemente entretenimiento. La gran N roja, que comenzó siendo un videoclub online en el que se alquilaban películas a un módico precio, cambio hace años su filosofía para ofrecer series y contenidos propios a través de una suscripción mensual que daba acceso a un catálogo ingente de productos audiovisuales. La producción propia le permitió competir desde el primer momento con HBO en todo el mundo, y supuso su mejor espaldarazo gracias a series como Stranger Things, La Casa de Papel, Narcos o Dark. En apenas unos años, Netflix ha pasado de ser odiada por buena parte de la industria audiovisual a llevarse los premios más importantes, desde Oscars a Globos de Oro, pasando por Emmys, gracias a la calidad de sus producciones. Cada temporada, nuevas

MÁSBridgerton, uno de los últimos éxitos de Netflix

Tradicionalmente, la animación se ha asimilado a un género para niños pequeños, ya que en la mayoría de ocasiones esos dibujos tienen como público objetivo el infantil. Todos hemos crecido con esas historietas animadas en la televisión, y guardamos muy buenos recuerdos de nuestros programas favoritos de aquella época. Sin embargo, no todos los dibujos animados son apropiados para niños. La animación para adultos tiene ya un largo recorrido de décadas, y está convirtiéndose en un fenómeno espectacular en los últimos tiempos. Series como Los Simpsons ya abrieron el camino, y otras como South Park, Padre de Familia o BoJack Horseman han confirmado que los dibujos no son solo cosa de niños, y que hay una gran nicho en la animación para adultos. Incluso cuando los dibujos vienen de una productora que usualmente realiza películas para el público infantil, uno no debe dar por sentado absolutamente nada. En Japón, por

MÁS‘La tumba de las luciérnagas’, mucho más que dibujos para niños.